martes, 22 de octubre de 2019


ESPEJOS QUE SE DESTRUYEN Y RECONSTRUYEN
El ciclo subyacente en Espejos de barro de Rodrigo Barraza

INTRODUCCIÓN:
La literatura es un arte que se hace realidad a través del escritor. Su finalidad es construir mundos realistas o fantásticos, que reflejan los fenómenos humanos y la vida vivida, pero sobre todo, es una expresión del inconsciente del escritor. La obra de arte manifiesta los vacíos, complejos y obsesiones del autor. En tal sentido, la literatura es un espacio de autoconocimiento. Los mismos mecanismos que operan en los sueños y deseos interiores, se reflejan en la obra que se escribe; pero no solo expresan el inconsciente del escritor, sino también el de los lectores. ¿Qué libros le gustan a usted? ¿Aprecia más las historias de fantasmas, el amor romántico o las intrigas de la sociedad? ¿Qué autor le parece más interesante? Sus gustos literarios expresan su personalidad, y lo mismo sucede en el autor. Al final todo queda en el libre ejercicio de  la interpretación.

EL CICLO SUBYACENTE EN ESPEJOS DE BARRO:
Resultado de imagen para espejos de barroDesde la perspectiva de la psicocrítica “la imaginación de cada escritor engendra un mito personal, entendiendo que los objetos internos, que son las figuras imaginadas, se forman en la personalidad”. (1)  Así, las figuras imaginadas en Espejos de barro manifiestan emociones universales latentes en la obra creadora del autor. En tal sentido, Espejos de barro de Rodrigo Barraza, es un libro que refleja la característica humana de la destrucción y autodestrucción. En cada argumento los personajes viven una aventura existencial o una tragedia personal en la que batallan por reconstruirse y remodelarse. Por ello, la obra en general guarda en sí un tono de ruptura y desestructuración. En Espejos de barro los espejos se quiebran, se hacen trizas ante los avatares de la vida y de los fenómenos humanos. Es decir, el libro entero es una metáfora de la fragilidad de la existencia humana. 
En la obra, los personajes sufren una pérdida (ya sea moral, corporal o material) que los lleva a un punto crítico de conciencia, a una zona límite de su personalidad que pone en juego su destino. Este es un estado de delirio, donde el personaje tiene fantasías, evocaciones, ensueños y fantasías que lo despersonalizan, al punto de crear una ruptura en el mundo ficcionalizado que se da como una destrucción/transformación de sí mismo.
En todos los relatos de Espejos de barro subyace el bucle temático: Pérdida – Delirio – Ruptura, el cual se manifiesta de manera insistente, reiterativa y cíclica. De acuerdo a Mauron, este ciclo vendría a ser el mito personal del autor y la clave subyacente de los relatos.    
Como ejemplo, graficaremos los dos primeros relatos donde se observa el mencionado ciclo.
En el primer relato, Las manos del padre, el elemento PÉRDIDA del ciclo es patente y clarísimo. Se evidencia en el incendio de la iglesia de la Soledad. Queda prácticamente en ruinas. Esta circunstancia lleva al otro elemento del ciclo, el estado de DELIRIO, que se expresa en una psicosis colectiva. En el relato, mediante un adecuado uso de la técnica del contrapunto, se observan diversas voces de protesta contra los presuntos culpables o una sensación de abandono divino de las devotas. Este delirio genera una RUPTURA de la noción de realidad en el espacio diegético. Esta ruptura, esta destrucción, se observa en el vacío que produce el incendio en la fe de la colectividad. Es un trauma espiritual que evoca al Cristo bíblico, como una figura omnipotente, pero también como una figura susceptible de ser profanada por el furor de los hombres. El final del relato es eminentemente fantástico. Una mujer recibe al Cristo soledano, y logra guardarlo dentro de sí, en todo el sentido de la palabra, directamente a su alma. Esta es una escena metafórica que supera la destrucción de la fe colectiva, resguardada en  la fe individual.
En el segundo relato “El ladrón de perros”, se inicia con la RUPTURA. El protagonista, llamado Jacobo,  sufre el desmembramiento de su propio cuerpo, atacado por un grupo de perros que arremeten contra él a dentelladas. De manera paralela el protagonista sufre la PÉRDIDA física de su carne, su lengua y su sangre. En esta parte, el relato se torna violento, esperpéntico y alucinante. En ese momento crucial, se da el estado de DELIRIO de Jacobo, de dos formas. Primero, mediante la evocación de su vida, cuando Jacobo inició su amor por los perros. Él, comenzó dándoles comida y después decidió ser su protector, sin saber que  serían  los mismos perros quienes le darían muerte en una circunstancia extraña. Y la segunda forma de delirio es una duda existencial de Jacobo. Mientras está siendo atacado no logra establecer la realidad o irrealidad del ataque perruno. Cree que está viviendo una pesadilla, pero lamentablemente, su inminente muerte es cierta. El ciclo PÉRDIDA – DELIRIO – RUPTURA se vuelve ser una constante en el segundo cuento.  
Este ciclo se repite en todos los demás relatos: (2)   
    
Relato
Pérdida
Estado de delirio
Ruptura
“Las manos del padre”
Incendio de una iglesia
Psicosis colectiva
Imagen del Cristo Soledano como figura ambigua, susceptible de ser profanada o sacralizada.
“El ladrón de perros”
Desmembramiento del cuerpo de Jacobo por las dentelladas caninas
Delirio entre la realidad o irrealidad del ataque perruno
Jacobo sufre la destrucción de su cuerpo
“El sueño de un poeta”
De la vida. Korriscosso muere.
Relación entre episodios de la vida de Korriscosso con tópicos de sus poemas.
Korriscosso evoca sus pequeños triunfos y sus frustraciones. Desemboca en la ruptura con la vida consciente, para siempre
“Hombres de papel”
El hábito de leer literatura, en papel, en formato impreso
Personajes pugnan por salir, e interactúan en el mundo real.
Intromisión del mundo ficticio en el mundo real
“El aliento de la venganza”
Pérdida de la condición humana, debido a la ambición
Lucha interior y lucha contra el contendor
La resurrección de Jumpi y la conversión del Muki
“Viaje a la ciudad de los espejos”
Gabo pierde la salud.
Se evoca la primordial fuente de inspiración de Gabo: su abuela, su tierra natal.
Metamorfosis de un hombre en un río.
“El tren de la fama”
El asesinato de Danilo
La frialdad e indiferencia criminal de Magnus después del asesinato de Danilo.
El poder de la música y la manipulación que genera el fanatismo.
“El hombre sin suerte”
Pérdida de la suerte
Se evoca los momentos más importantes de la vida, que suelen ser buenos o malos según la circunstancia
Decisión de suicidarse

SOBRE EL TÍTULO:
El título de la obra connota también el ciclo PÉRDIDA – DELIRIO – RUPTURA. Un espejo es un objeto que refleja la realidad material y superficial de las cosas, reproduce la realidad externa, la duplica. Pero estamos hablando de un espejo de barro, es decir, un espejo que ha sufrido una grave PÉRDIDA, una de sus cualidades esenciales, reflejar. Un espejo de barro no pretende reflejar la realidad, por tanto, los relatos no pretenden reflejar una literatura realista ni fotográfica. Su finalidad es reflejar la vida interior de los personajes, y su materia prima es la escena fantástica presentada en forma de diversas formas de DELIRIO que atraviesan los  personajes. Los episodios fantásticos, que son el punto principal de cada historia, pueden ser interpretados de múltiples maneras, por ello son susceptibles de ser moldeados y transformados, justamente porque están hechas de barro, perfecta metáfora de la función del lector como reconstructor del sentido del texto, y del autor como recreador de sus propios sueños. Esta concepción encerrada desde el título es una RUPTURA simbólica con la tradición hegemónica en el contexto de la literatura ancashina, la cual es una tradición básicamente realista. Los espejos de barro no intentan ni quieren reflejar la realidad, sino que destruyen y reconstruyen la realidad a la medida de los grandes vacíos y proezas del alma humana. Son cuentos que trascienden el argumento epidérmico e invita al lector a soñar y sentir las vivencias de los personajes. Son cuentos al servicio de la autorreflexión, no transmiten historias, sino experiencias.

APORTES:
Existen dos aportes deducibles de la obra Espejos de barro:
Primer aporte: En los relatos “Vida de un poeta” y “Viaje a la ciudad de los espejos”, el autor introduce datos biográficos como recurso literario. Así, a través del cuento, el lector tiene noticia de la vida, obras y sueños de dos grandes escritores: Vallejo y García Márquez. Esta forma de ficcionalización de la biografía vuelve los seres reales en seres imaginarios, para poder transparentar su vida interior y ser interpretada desde el punto de vista del autor. Es una literatura que crea literatura.
Segundo aporte: Espejos de barro, en líneas generales, ayuda a consolidar la vertiente fantástica de la narrativa huaracina, que en esta última década ha tenido una eclosión significativa como modelo alterno de creación literaria. El tránsito de los hechos reales a los fantásticos progresa de manera natural e intuitiva. Cada relato, por lo mismo, es un modelo de recreación de la realidad desde la literatura.    
    
CONCLUSIÓN:
Finalmente, cabe decir que estamos ante una obra que no puede pasar por desapercibida, una obra que pone en juego los mecanismos de la imaginación al máximo, con un adecuado uso de la palabra sencilla y ágil, y tomando en consideración la idea de la viejo truco del escritor, que consiste en emocionarse al escribir para poder emocionar al lector. Que los “espejos de barro” los lleven al mundo de su propio vida interior.

(1) Mauron, Charles. (1972) "De las  metáforas obsesivas al mito personal. Introducción a la psicocrítica". Ediciones José Corti.
(2)  Barraza Urbano, Rodrigo. (2019). "Espejos de barro". Pasacalle Editores.   

lunes, 27 de mayo de 2019


EL RESCATE DE LOS SUEÑOS
Comentario sobre “Antologías Literarias de Ancash. 80 Años" - I Parte de Víctor Alvítez

Por: Rodolfo Sánchez Coello.

Víctor Alvítez, antologador
Entre los antologadores de las tradiciones atávicas y orales del nuestro país podemos mencionar a José María Arguedas, Adolfo Vienrich, Sebastián Barranca, Leandro Barrionuevo; y en nuestra región, a Eugenio Garro, Marcos Yauri Montero y Carlos E. Zavaleta, motivados por el rescate de nuestra literatura ancashina. A este grupo selecto se le une, modestamente, tesoneramente, Víctor Alvítez Moncada, en el claro intento de recopilar las antologías de Ancash publicadas a lo largo de casi ocho décadas, de 1939 al 2017.

No es difícil imaginar las vicisitudes que atraviesa – y supera – un hombre que pretende redimir del olvido el esfuerzo intelectual de investigadores de épocas lejanas y espacios remotos: recorrer bibliotecas oscuras y brillantes, caminar en pos de un libro vetusto y novedoso a la vez, leer con devoción algún fragmento intentando dilucidar si es original o apócrifo, lidiar con frases de otras lenguas para esclarecer su críptico y hermoso significado, realizar entrevistas con personajes eruditos de la indómita y desconocida universidad de la experiencia vivida, establecer pactos de complicidad con la magia y la realidad confabulados; en fin, lanzarse a cruzadas templarias para descubrir los rollos del Mar Vivo de la sabiduría ancestral.        
 
Una antología es una selección de textos de carácter literario, científico o social, de un tema, autor, generación o lugar determinado. Es un concepto estrictamente objetivo y preciso, pero escaso. Una antología va más allá de ello, es un  cúmulo de experiencias y emociones que radiografían de manera esencial la cultura de los pueblos, y por tanto, configura un vehículo fundamental para perennizar el espíritu humano.  

El antologador es un rescatista de sueños, es un muy singular psicopompo que trae el pensamiento y emotividad de los idos de regreso al mundo, y así propalar aquello que no debe olvidarse, en plena consideración de que la cultura precedente es la base y acicate de la venidera. Las causas crean efectos, y éstos a su vez, con el tiempo, se vuelven causas, que generan nuevas consecuencias. Así es la evolución natural de la cultura, y en este bucle se potencia la inteligencia colectiva de la humanidad. Imagínese, estimado lector, que nadie hubiese recolectado, en algún soporte duradero, las saberes de los nuestros ascendientes. Una terrorífica amnesia inhumana habría sumido a todos en una innoble  ignorancia, dominada bajo la tiranía de una conciencia ahistórica, que a la larga, sería el fin del ser como ente pensante. Es decir, la antología es el espejo de parte del desarrollo humano y de la historia. El hombre y su producción superestructural unidos por la solidaridad de la palabra rescatada.

En el caso de este libro, es una meta-antología; es decir, una antología de las antologías publicadas, lo cual configura un texto sui generis en la bibliografía de Ancash. El autor ha realizado el esfuerzo de recopilar las antologías en un ámbito bien delimitado: la creación literaria, el cuento y la poesía básicamente; utilizando el criterio cronológico de manera predominante, sin una previa selección, a fin seguramente, de brindar un espectro textual más intenso e inclusor.

La recopilación contiene más de setenta antologías de la región Ancash, factibles de ser clasificadas en cuatro grupos bien determinados y una miscelánea:

I.    ANTOLOGÍAS FUNDACIONALES:
Son tres recopilaciones que por su antigüedad resultan fundadoras, e inspiradoras en el género.     

1.       Antología de literatos ancashinos (1939): Es casi un incunable de la antología ancashina, con prólogo del polígrafo chiquiano Eugenio Garro Lavado, quien vaticina un futuro de esplendor del arte ancashino, conectado con el progreso de las circunstancias socio-económicas de Ancash, circunstancia que en el momento de la publicación de la antología no parecen ser satisfactorias en la percepción del prologuista. Garro habla de un arte nuevo por nacer, y como si hubiera expresado una premonición, parece ya cumplirse en la actualidad, con el desarrollo literario cultural que germinalmente viene produciéndose en nuestra región.

2.       Antologías de Justo Fernández Cuenca (1948): Son dos compilaciones del Dr. Fernández Cuenca. Publicadas originalmente en 1948, son reeditadas en un solo tomo por el Fondo Editorial de la Municipalidad Provincial de Huaraz en el año 2014.
Primera parte: Antología de la tradición y la leyenda ancashinas:
Recoge relatos vinculados a la realidad ancashina. En ella podemos leer tradiciones de Ricardo Palma y Celso V. Torres; así como historias y leyendas recopiladas por Santiago Antúnez de Mayolo, Aurelio Arnao, Augusto Soriano Infante, Arturo Jiménez Borja y del mismo compilador.  
Segunda parte: Antología de cuentistas ancashinos:
Encontramos cuentos de excepcional calidad con evidente reminiscencia del modernismo literario. Entre los escritores antologados tenemos a: Ladislao Meza, gran escritor de narrativa erudita; José Ruiz Huidobro, precursor del cuento de terroren Ancash; Juan Eugenio Garro, investigador y políglota ancashino; Aurelio Arnao, narrador de la estampa costumbrista estilizada; Abdón M. Pajuelo, fundador de la legendaria revista huaracina Vesperal; Octavio Araya Soto, el literato de los ambientes de suspenso; entre otros.          

3.       Colección Libros para Ancash (1958): Serie de cinco tomos, promovida por quien a la sazón contaba con treinta años y ahora es un clásico de nuestra literatura regional, Carlos Eduardo Zavaleta. Reúne un amplio espectro de la narrativa pionera y moderna de Ancash, y se convierte en uno de los textos indispensables para la investigación literaria regional. Consta de leyendas, fábulas, canciones, tradiciones y cuentos.  

II.  CICLO DE ANTOLOGÍAS A LA POÉTICA ANCASHINA:
Es un  total 18 antologías dedicadas a la poesía. Una relacionada a la pesca, ocho que versan sobre autores chimbotanos, seis de amplio panorama regional y tres dedicadas a las provincias de  Huaylas, Casma y Bolognesi, respectivamente. Podemos resaltar las siguientes:    
     
1.       Antología poética a la pesca (1968): Es una antología excepcional y quizás única, pues contiene poesías exclusivamente inspiradas en el mar y la pesca, compiladas por Ray Echeandía, poeta y pescador. 
2.       Antología Ancash 31, poesía (1976): Es una antología muy singular por una doble peculiaridad que la diferencia de otras. Primero, es una de las primeras antologías que intenta ser integral, pues recoge autores representativos de diversos lugares de Ancash, como Rosa Cerna, Abdón Dextre, Livio Gómez, Oscar Colchado, Yehude Collas y Román Obregón. Y segundo, por su temática, que compila poemas de sensibilidad nostálgica sobre un hito primordial de la historia ancashina: las consecuencias del terremoto del 70. Su gran valor crítico le otorga el prólogo y notas de Jesús Cabel.     
3.       Antología poética de la provincia de Huaylas (1978): Abarca la sensibilidad lírica de una de las provincias más importantes. Recopilación de Román Obregón Figueroa. Reúne a rapsodas huaylinos tan importantes como: Celso V. Torres, Carlos Philipps y Berenice López.
4.       Territorio de la esperanza. Nueva poesía ancashina (1983): Se trata de poemas de la generación de la década de los 80 en Ancash, generación de vanguardia en nuestras letras, con personalidades como las de Julio Ortega, crítico genial y creador de heterónimos epigramáticos; Macedonio Villafán, artífice de la poesía neoindigenista; Marcos Yauri Montero, el gran vate reconstructor del sentir pretérito; Juan Ojeda, poeta del exotismo y del mundo fabulesco y marino; y Yehude Collas, el surcador del tiempo.    
5.       Segunda antología de la poesía casmeña (1998): Recopilación de la Asociación de Escritores y Poetas de Casma (ASEPCA), con prólogo de Luis Serna Lamas.    
6.       A mar y nieve. Selección poética de la Región Ancash – Chavín (2000): Importante antología que considera a escritores de personalidad literaria sólida, como Óscar Colchado, Dante Lecca, Jaime Guzmán y Rosa Cerna; y a jóvenes promesas, como Manuel Cerna y Ricardo Ayllón; según el entender del recopilador, Macedonio Villafán Broncano.
7.       Siluetas en el tiempo. La poesía en el departamento de Ancash. Tomo  I (2004): Es un inventario, no completo, aunque sí esencial, de la poesía regional. Pedro López Ganvini, como antologador, refiere que su compromiso es poner la poesía al alcance del público, noble labor.
8.       Antología de la poesía chimbotana (2006): Voluminoso ejemplar. De acuerdo a César Ángeles Caballero es una antología exhaustiva y muy bien documentada. Su amplitud es relevante, pues comprende poesía de Chimbote, poesía femenina chimbotana, poesía de la provincia del Santa, del Perú y poesía infantil y juvenil, dirigida por el acucioso investigador Víctor Unyén Velezmoro.
9.       La orgía inmóvil: 15 poetas. Muestra de la poesía joven en Ancash (2009): Selección a cargo de Ricardo Ayllón y Alejandro Mautino Guillén. Su relevancia radica en el afán de revalorar a las generaciones recientes. Tenemos a poetas como Roxana Ghiglino, Patricia Colchado, Carlos Maguiña Villarreal, Joule Cáceres Ángeles, Eber Zorrilla, Benggi Bedoya, Denisse Vega Farfán, Christian Ahumada Heredia, y Axthedmio Mau Guil, anagrama literario del segundo antologador.

III.  CICLO DE ANTOLOGÍAS AL CUENTO Y LA LEYENDA EN ANCASH:
Es un homenaje a la narrativa corta de la región Ancash. Alvítez Moncada ha logrado recopilar 31 antologías (considerando nuevas ediciones de algunas de ellas), que por criterios de clasificación se subdividen en dos bloques:

3.1.      ANTOLOGÍAS DE CUENTOS ANCASHINOS: Compila 28 en total: Diez sobre la narrativa de Chimbote, tres del Grupo Literario Isla Blanca, seis del panorama narrativo de Ancash, uno sobre el cuento huarmeyano y ocho de temática infantil. Podemos destacar algunas de ellas:

1.       Cuentos del último navegante (1994): Es una antología clásica de la cuentística chimbotana, bajo la dirección de Gonzalo Pantigoso Laysa. Este trabajo compila el libro hasta la sexta edición, con títulos importantes como: Vuelve la Moby Dick de Colchado Lucio. El dependiente de Antonio salinas. Sobre el arenal de Marco Cueva. Alma para dos cuerpos de Augusto Rubio Acosta. Historia de Babel de Brander Alayo y La venganza  de Ítalo Morales.    
2.       Sobre las olas. Selección de narrativa chimbotana (2000): Es una compilación del ilustre promotor cultural Jaime Guzmán Aranda. Su orientación es presentar cuentos de la realidad social y cultural de Chimbote. Entre los antologados se observa a: Óscar Colchado, Marco Merry, Dante Lecca, Antonio Salinas, Marco Leclére, Julio Ortega y el mismo Jaime Guzmán Aranda.
3.       Navegar en la lluvia. Antología del cuento ancashino (2003): Selección a cargo de Ricardo Ayllón, con autores representativos de Ancash, como Rosa Cerna Guardia, Carlos Eduardo Zavaleta, Julio Ortega y Antonio Salinas.
4.       Chócala pa’ la salida. Narrativa infantil de Áncash (2008): Selección de Augusto Rubio Acosta, que considera a grandes cuentistas ancashinos asiduos a la narrativa para niños. Podemos mencionar a: Rosa Cerna Guardia, Carlota Yauri, Braulio Muñoz, Francisco Vásquez, Marco Merry, Teófilo Villacorta Cahuide y Augusto Rubio Acosta.  
5.       La santa cede. Del Copacabana a Tres Cabezas. Tomo I (2008): Es un libro sobre los impulsos de la líbido en la vida humana, en el marco de la gran urbe costeña. Gracias a Jaime Guzmán Aranda y Augusto Rubio Acosta tenemos este conjunto de cuentos que redescubren el tema de la literatura erótica.
6.       Reflejos y sombras (2010): Es la cuarta antología del Grupo Literario Isla Blanca, congregación literaria de larga tradición en Chimbote, creado por iniciativa de Óscar Colchado Lucio.
7.       Ancash. Antología de narrativa contemporánea (2010): Prologado por Jaime Guzmán Aranda, muestra a escritores de trascendencia como Carlos E. Zavaleta y Julio Ortega, y a escritores emergentes de gran talento como Edgar Norabuena, Christian Ahumada y Róger Antón Fabián.
8.       El hombre no camina solo. Animales en el cuento ancashino (2013): Edith Orozco, en el prólogo comenta que la presencia animal canaliza la diversa problemática que afecta al ser humano. Selección a cargo de Eber Zorrilla Lizardo.

3.2.      ANTOLOGÍAS DE LEYENDAS ANCASHINAS: Consta de tres textos:

1.       Relatos de la bella Warmy (2003): La colección presenta leyendas, tradiciones e historias ligadas a la sociedad huarmeyana. Entre ellos tenemos a escritores como: Ernesto Reyna Zegarra, Marcos Yauri Montero, Áureo Sotelo Huerta, Domingo Huamán Sánchez, Atilio Ita Gomero, Teófilo Villacorta Cahuide y Heber Ocaña Granados, este último que es el compilador; entre otros.  
2.       Cómo escribir cuentos sobre otros cuentos. Mitos y leyendas de Huari (2006): Es una compilación de Rodolfo Sánchez Coello, quien del  2004 al 2011 se dedica a recolectar la narrativa tradicional oral de diversos lugares de Ancash.
3.       Antología de mitos, leyendas y relatos ancashinos (2015): De Rubén Spetale Hernández.    

IV.  CICLO DE ANTOLOGÍAS POR AUTORES:
Se cuenta con 10 antologías que reúnen toda o parte de la obra literaria de autores regionales representativos. Gracias al esfuerzo compilador de Manuel Reyna Loli y al apoyo de Francisco Gonzales, autor de Doña Ñati y director del entonces Instituto Nacional de Cultura – Filial Ancash, se publica la Colección Autores Ancashinos. Tenemos en esta serie cuatro antologías:
1.       Tomo I (1978): Alma trémula (poesía) y Almas enfermas (cuentos), de Teófilo Méndez Ramos.
2.       Tomo II (1979): Poesía y prosa de Judith Pando.
3.       Tomo III (1982): Poesía y prosa de Alejandro Tafur Pardo.
4.       Tomo IV (1983): Poesía de Agustín R. Loli.   

      Asimismo, se cuenta con seis antologías personales, bajo los títulos de:

5.       Piel dispersa (1996): Selección de poemas 1981 – 1995 de Dante Lecca.     
6.       Alrededores (2007): Producción intelectual y literaria de Livio Gómez.
7.       Tiempo tatuado en la piel (2015): Poesía de Antonio Sarmiento. 1990 – 2015.
8.       Horizonte cerrado. Antología narrativa personal (2016): De Dante Lecca.
9.       Cosecha de otoño (2016): Reúne la obra poética total de Dante Lecca. 1973 – 2015.
10.   La falsa boca del pez (2017): Son los tres poemarios más importantes de César Quispe Ramírez.

V.   BLOQUE MISCELÁNICO: Conformado por seis libros:

1.          Tropel de sueños (1998): Es una selección de artículos y testimonios del VIII Encuentro de AEPA 1994, realizado en Pomabamba y Piscobamba en el año 1994.
2.       Chimbote. Entre el fuego y el amor (2006): Conjunto de crónicas (1950 – 1970), que tenemos gracias a Jaime Guzmán Aranda y su eterna labor de compilador. En la antología Chimbote queda reflejado por Guillermo Thorndike, Antonio Salinas, Pedro Alva García y Marco Leclere San Román.
3.       Los juglares de Chimbote 1 (2007): Es una colección de la prosa y poesía de Chimbote. Recopilador: Jaime Guzmán Aranda. Se conforma de dos partes: En la primera hay un mosaico de escritores: Orlando Carrasco, Antonio Salinas, Maynor Freyre, Rogelio Peralta y Julio Ortega. Y en poesía a los renombrados: Tulio Carrasco, Mario Luna, Juan Ojeda, Miguel Rodríguez Paz, Eduardo Rivero Donayre y Marcela Bustamante.
4.       Enciclopedia temática de la literatura de la provincia de Huaylas (2010): Es un aporte significativo del ensayista e historiador Claudio Augusto Alba Herrera. Presenta un panorama completo de los escritores de Huaylas.
5.       ¿Qué piensan? ¿Qué dicen? Entrevistas con escritores de Ancash (2014): Realizadas por Óscar Colchado Lucio, en su juventud, cuando dirigía la revista Alborada. Los entrevistados son: Juan Ojeda, Antonio Salinas, Julio Ortega, Enrique Cam Urquiaga, Román Obregón Figueroa, Marcos Yauri Montero, Carlos Eduardo Zavaleta y Rosa Cerna Guardia.
6.       La biblioteca del minotauro. Entrevistas con escritores ancashinos (2014): Compilación a cargo de Alejandro Mautino Guillén. Intervienen autores reconocidos, entre ellos: Carlos Eduardo Zavaleta, Juan Ojeda, Macedonio Villafán Broncano y Fernando Cueto.

Habiendo visto un panorama esencial de las antologías recolectadas por Víctor Alvítez, se comprende con claridad el carácter enciclopédico de la labor del antologador y el acervo literario inconmensurable de Ancash. Y asimismo, se torna imprescindible la búsqueda de una mayor representatividad de las provincias de la región Ancash, a lograrse mediante un esfuerzo firme y gradual por la constante mejora de este grandioso caudal antológico; puesto que se evidencia un balance notorio de la zona costa y de Chimbote, principalmente. La consecución de un equilibrio cultural más abarcador supone la reconquista de antologías que representan aportes significativos, como: Warakuy, nuevas leyendas peruanas (1967) de Marcos Yauri Montero y Yungay, Tierra Mía (1954) de Artemio Ángeles Figueroa, que podrían considerarse fundacionales y paradigmáticas; además, Estampas y cuentos de mi tierra (1986) del aijino Maurilio Mejía Moreno. Y dentro de las antologías modernas, es necesario sugerir la impronta de más escritores jóvenes, presentes en: Cautiverio de la buena gente (2010), colección de narrativa huaracina reciente, Sendero poético (2010), antología de poetas huarinos recopilados por el historiador y educador Justino Franco Solís Benites, Cómo escribir cuentos sobre otros cuentos de Rodolfo Sánchez Coello (2006) y Diez gritos bajo fuego cruzado (2017), antología de cuentos sobre la violencia política en Ancash, de Edgar Norabuena y Eber Zorrilla.

Finalmente, no sería impreciso decir que Antologías Literarias de Ancash. 80 Años - I Parte, devela una nueva visión de Ancash como región cultural e intelectual. Cabría resaltar que la revisión de cada reseña constituye un deleite para el alma, sobre todo, si es el espíritu avizor de un ancashino comprometido. Su lectura -que de seguro es un encuentro altamente gratificante-, es una aventura ancestral, creativa, límbica; es un viaje de veinte mil leguas a la identidad regional y un homenaje a lo nuestro. Incluso, las antologías estimulan la fina curiosidad, son una invitación para acercarse a la obra literaria de los mismos autores, de nuestros autores de ingente imaginación andina y calidad estética indiscutible. Lo cual es casi un deber, porque leer nuestra literatura es leerse uno mismo.   

Esperaremos con ansias la segunda parte de las antologías ancashinas, que surgirá francamente a consecuencia de tres actitudes clave, que son parte ya – y deseo crezcan más en él – de Víctor Alvítez: ardua investigación, amor al terruño y perseverancia.

Huaraz, una tarde para hacer de la realidad un precioso sueño.
Noviembre de 2017.