ESPEJOS QUE SE DESTRUYEN Y RECONSTRUYEN
El ciclo subyacente en Espejos de
barro de Rodrigo Barraza
INTRODUCCIÓN:
La literatura es un
arte que se hace realidad a través del escritor. Su finalidad es construir
mundos realistas o fantásticos, que reflejan los fenómenos humanos y la vida
vivida, pero sobre todo, es una expresión del inconsciente del escritor. La
obra de arte manifiesta los vacíos, complejos y obsesiones del autor. En tal
sentido, la literatura es un espacio de autoconocimiento. Los mismos mecanismos
que operan en los sueños y deseos interiores, se reflejan en la obra que se
escribe; pero no solo expresan el inconsciente del escritor, sino también el de
los lectores. ¿Qué libros le gustan a usted? ¿Aprecia más las historias de
fantasmas, el amor romántico o las intrigas de la sociedad? ¿Qué autor le
parece más interesante? Sus gustos literarios expresan su personalidad, y lo
mismo sucede en el autor. Al final todo queda en el libre ejercicio de la interpretación.
EL CICLO SUBYACENTE EN ESPEJOS DE BARRO:
Desde la perspectiva de la
psicocrítica “la imaginación de cada escritor engendra un mito personal,
entendiendo que los objetos internos,
que son las figuras imaginadas, se forman en la personalidad”. (1) Así, las
figuras imaginadas en Espejos de barro
manifiestan emociones universales latentes en la obra creadora del autor. En tal
sentido, Espejos de barro de Rodrigo
Barraza, es un libro que refleja la característica humana de la destrucción y
autodestrucción. En cada argumento los personajes viven una aventura
existencial o una tragedia personal en la que batallan por reconstruirse y
remodelarse. Por ello, la obra en general guarda en sí un tono de ruptura y
desestructuración. En Espejos de barro
los espejos se quiebran, se hacen trizas ante los avatares de la vida y de los
fenómenos humanos. Es decir, el libro entero es una metáfora de la fragilidad
de la existencia humana.
En la obra, los personajes sufren
una pérdida (ya sea moral, corporal o material) que los lleva a un punto crítico
de conciencia, a una zona límite de su personalidad que pone en juego su
destino. Este es un estado de delirio, donde el personaje tiene fantasías, evocaciones,
ensueños y fantasías que lo despersonalizan, al punto de crear una ruptura en
el mundo ficcionalizado que se da como una destrucción/transformación de sí
mismo.
En todos los relatos de Espejos de barro subyace el bucle
temático: Pérdida – Delirio – Ruptura, el cual se manifiesta de manera
insistente, reiterativa y cíclica. De acuerdo a Mauron, este ciclo vendría a
ser el mito personal del autor y la clave subyacente de los relatos.
Como ejemplo, graficaremos los
dos primeros relatos donde se observa el mencionado ciclo.
En el primer relato, Las manos del padre, el elemento PÉRDIDA
del ciclo es patente y clarísimo. Se evidencia en el incendio de la iglesia de
la Soledad. Queda prácticamente en ruinas. Esta circunstancia lleva al otro elemento
del ciclo, el estado de DELIRIO, que se expresa en una psicosis colectiva. En
el relato, mediante un adecuado uso de la técnica del contrapunto, se observan
diversas voces de protesta contra los presuntos culpables o una sensación de
abandono divino de las devotas. Este delirio genera una RUPTURA de la noción de
realidad en el espacio diegético. Esta ruptura, esta destrucción, se observa en
el vacío que produce el incendio en la fe de la colectividad. Es un trauma
espiritual que evoca al Cristo bíblico, como una figura omnipotente, pero
también como una figura susceptible de ser profanada por el furor de los
hombres. El final del relato es eminentemente fantástico. Una mujer recibe al Cristo
soledano, y logra guardarlo dentro de sí, en todo el sentido de la palabra,
directamente a su alma. Esta es una escena metafórica que supera la destrucción
de la fe colectiva, resguardada en la fe
individual.
En el segundo relato “El ladrón
de perros”, se inicia con la RUPTURA. El protagonista, llamado Jacobo, sufre el desmembramiento de su propio cuerpo,
atacado por un grupo de perros que arremeten contra él a dentelladas. De manera
paralela el protagonista sufre la PÉRDIDA física de su carne, su lengua y su
sangre. En esta parte, el relato se torna violento, esperpéntico y alucinante.
En ese momento crucial, se da el estado de DELIRIO de Jacobo, de dos formas.
Primero, mediante la evocación de su vida, cuando Jacobo inició su amor por los
perros. Él, comenzó dándoles comida y después decidió ser su protector, sin
saber que serían los mismos perros quienes le darían muerte en
una circunstancia extraña. Y la segunda forma de delirio es una duda
existencial de Jacobo. Mientras está siendo atacado no logra establecer la
realidad o irrealidad del ataque perruno. Cree que está viviendo una pesadilla, pero lamentablemente, su
inminente muerte es cierta. El ciclo PÉRDIDA – DELIRIO – RUPTURA se vuelve ser
una constante en el segundo cuento.
Este ciclo se repite en todos los demás relatos: (2)
Relato
|
Pérdida
|
Estado de delirio
|
Ruptura
|
“Las
manos del padre”
|
Incendio
de una iglesia
|
Psicosis
colectiva
|
Imagen del
Cristo Soledano como figura ambigua, susceptible de ser profanada o
sacralizada.
|
“El
ladrón de perros”
|
Desmembramiento
del cuerpo de Jacobo por las dentelladas caninas
|
Delirio
entre la realidad o irrealidad del ataque perruno
|
Jacobo sufre
la destrucción de su cuerpo
|
“El sueño
de un poeta”
|
De la
vida. Korriscosso muere.
|
Relación
entre episodios de la vida de Korriscosso con tópicos de sus poemas.
|
Korriscosso
evoca sus pequeños triunfos y sus frustraciones. Desemboca en la ruptura con
la vida consciente, para siempre
|
“Hombres
de papel”
|
El hábito
de leer literatura, en papel, en formato impreso
|
Personajes
pugnan por salir, e interactúan en el mundo real.
|
Intromisión
del mundo ficticio en el mundo real
|
“El
aliento de la venganza”
|
Pérdida
de la condición humana, debido a la ambición
|
Lucha
interior y lucha contra el contendor
|
La
resurrección de Jumpi y la conversión del Muki
|
“Viaje a
la ciudad de los espejos”
|
Gabo
pierde la salud.
|
Se evoca
la primordial fuente de inspiración de Gabo: su abuela, su tierra natal.
|
Metamorfosis
de un hombre en un río.
|
“El tren
de la fama”
|
El
asesinato de Danilo
|
La frialdad
e indiferencia criminal de Magnus después del asesinato de Danilo.
|
El poder
de la música y la manipulación que genera el fanatismo.
|
“El
hombre sin suerte”
|
Pérdida
de la suerte
|
Se evoca
los momentos más importantes de la vida, que suelen ser buenos o malos según
la circunstancia
|
Decisión
de suicidarse
|
SOBRE EL TÍTULO:
El título de la obra connota también
el ciclo PÉRDIDA – DELIRIO – RUPTURA. Un espejo es un objeto que refleja la
realidad material y superficial de las cosas, reproduce la realidad externa, la
duplica. Pero estamos hablando de un espejo de barro, es decir, un espejo que
ha sufrido una grave PÉRDIDA, una de sus cualidades esenciales, reflejar. Un espejo de barro no pretende reflejar la
realidad, por tanto, los relatos no pretenden reflejar una literatura realista
ni fotográfica. Su finalidad es reflejar la vida interior de los personajes, y
su materia prima es la escena fantástica presentada en forma de diversas formas
de DELIRIO que atraviesan los
personajes. Los episodios fantásticos, que son el punto principal de
cada historia, pueden ser interpretados de múltiples maneras, por ello son susceptibles
de ser moldeados y transformados, justamente porque están hechas de barro,
perfecta metáfora de la función del lector como reconstructor del sentido del
texto, y del autor como recreador de sus propios sueños. Esta concepción
encerrada desde el título es una RUPTURA simbólica con la tradición hegemónica
en el contexto de la literatura ancashina, la cual es una tradición básicamente
realista. Los espejos de barro no intentan ni quieren reflejar la realidad,
sino que destruyen y reconstruyen la realidad a la medida de los grandes vacíos
y proezas del alma humana. Son cuentos que trascienden el argumento epidérmico
e invita al lector a soñar y sentir las vivencias de los personajes. Son
cuentos al servicio de la autorreflexión, no transmiten historias, sino
experiencias.
APORTES:
Existen dos aportes deducibles de la obra Espejos de barro:
Primer aporte: En los relatos
“Vida de un poeta” y “Viaje a la ciudad de los espejos”, el autor introduce
datos biográficos como recurso literario. Así, a través del cuento, el lector
tiene noticia de la vida, obras y sueños de dos grandes escritores: Vallejo y
García Márquez. Esta forma de ficcionalización de la biografía vuelve los seres
reales en seres imaginarios, para poder transparentar su vida interior y ser
interpretada desde el punto de vista del autor. Es una literatura que crea
literatura.
Segundo aporte: Espejos de barro, en líneas generales,
ayuda a consolidar la vertiente fantástica de la narrativa huaracina, que en
esta última década ha tenido una eclosión significativa como modelo alterno de
creación literaria. El tránsito de los hechos reales a los fantásticos progresa
de manera natural e intuitiva. Cada relato, por lo mismo, es un modelo de
recreación de la realidad desde la literatura.
CONCLUSIÓN:
Finalmente, cabe decir que estamos
ante una obra que no puede pasar por desapercibida, una obra que pone en juego
los mecanismos de la imaginación al máximo, con un adecuado uso de la palabra
sencilla y ágil, y tomando en consideración la idea de la viejo truco del
escritor, que consiste en emocionarse al escribir para poder emocionar al
lector. Que los “espejos de barro” los lleven al mundo de su propio vida
interior.
(1) Mauron, Charles. (1972) "De las metáforas
obsesivas al mito personal. Introducción a la psicocrítica". Ediciones José Corti.
(2) Barraza Urbano, Rodrigo. (2019). "Espejos de barro". Pasacalle Editores.